25/6/14

Se Hace Llamar Rey De Los Malvados De Los Cuentos

   Él es más cruel que los demás, no se dedica a maldecir a pobres chicas con un sueño profundo, ni a envenenarlas con una manzana, pero menos aún las obliga a limpiar, ojalá fuera eso lo que hace, porque él se dedica a jugar con sus vidas.
   Primero las atrapa. Él sigue sin saber cómo, pero elige a una y ella cae en sus brazos, lo peor, enamorada.
   Colecciona corazones. No ellos en sí, puesto que tras marchitarlos pierden su valor. No, él guarda los recuerdos de lo que fueron esas chicas que, sin saberlo, trataron con el mago más poderoso y descorazonado sobre la faz de la tierra. Tal vez por eso colecciona los corazones, simplemente para saber qué es tener uno, aunque más tarde su macabra cabeza decida romperlo en pedazos para siempre.
   Juega en fases; planifica la cacería antes de atrapar a la dulce princesa. Primero la encierra poco a poco y en su vida la amarra, le hace sentir útil y necesitada; cuando ella se mece en sus brazos un poco asustada por lo que pueda pasar, el loco la mima. "No pasará nada" dice, "siempre" le repite; se dedica a construir futuros a sabiendas de ser inexistentes.
   Tranquila. Todo cambia cuando la chica está tranquila, ¡pobre pequeña princesa que en sus brazos quedó atrapada!
   Dicen que hay una que logró escapar, dicen que sus hadas madrinas tuvieron algo que ver, dicen que un príncipe, que no es azul como narran en los cuentos, consiguió reanimarla. Porque dicen que ellas lograron no ser espantada ante tanto odio y rencor, y que ese príncipe que nada tenía de malvado quería arrebatarle al rey el corazón.
   El problema era que mientras ellos luchaban, por el otro lado el loco jugaba con hacer sufrir a la princesa, primero la hería con lo de fuera, luego adentro. "¿Te dije que así eras perfecta para mí? Me equivoqué... cambia." Le reprochaba. "Te llaman bella princesa, pero solo eres una más triste y amargada" Y el corazón se debilitaba, y el malvado se crecía al ver la poca resistencia de su supuesta amada. Y ella sentía que le dolía pero le resultaba imposible escapar.
   Sus hadas madrina consiguieron estar más cerca susurrándole verdaderos "te quiero", pobre príncipe, que le costaba más, pero aún así no desistían y del hechizo la intentaban arrancar.
   El mago enfurecido aceleró el proceso, quería ese corazón, se volvió aún más avaricioso si cabía. Cuando "su" princesa estaba a punto de lograrlo y huir, la agarró aún más antes de que estuviese demasiado lejos de él y no pudiese robar su alma.
   Y llegado el momento perfecto, con sus hadas madrinas cerca y el príncipe detrás... Coge el corazón de la princesa y con el tono más horrendo y burlón existente suelta un: "uy, ya no está"
   Muñeca rota y vacía se queda, y el príncipe que la pudo enamorar quiso reconstruir su corazón marchitado y rayado en soledad. Las hadas madrinas con un toque de varita aquí y allá lograron que lo que era una bella princesa vuelva, al menos, a respirar. Y el valiente príncipe le dio vida, y la hizo cambiar y en mejor princesa que antes aún se convirtió.
   Pero cuidado, esto solo ha pasado en un caso... La suertuda princesa que logró escapar no lo para de recordar y a las pequeñas niñas que se encuentra al caminar les dice: "No lo olvides, el malvado rey loco no tiene princesa, así que él ahora está al acechar."

1 comentario:

  1. Hola Miriam, me ha gustado mucho ^^
    Te he nominado al premio Dardos, hazle una visita al blog y continua escribiendo, campeona.

    Un abrazo muy fuerte,
    hasta luego,

    Naif.

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