Carta para alguien: No Me Juzgues.

   No sabes quien soy yo. No sabes qué sufrí, qué lloré, qué reí, ni qué disfruté. Nunca lograrás comprender el sentido que le doy yo a la vida, porque todas y cada una de las cosas que me han pasado han hecho que la vea a mi manera. Jamás conseguirás conocerme a la perfección. Aunque lo intentes, lo que hay en mi cabeza es demasiado grande, complicado, e inentendible como para que tú pretendas que quepa en tu memoria.
   Soy única. Tengo miedo, pero soy fuerte.
   Por más que lo intentes no conseguirás parecerte a mí, ni siquiera acercarte.
   No sabes por lo que he pasado, no sabes de que estoy hecha, no sabes a quién van dirigidas mis lágrimas, ni a quién le dedico cada sonrisa. No pretendas entenderme, no quiero que lo hagas.
   Crees conocerme, lo haces hasta donde dejo. Soy más profunda que cualquier pozo del mundo, y me escondo como un iceberg, lo que se ve, no es ni la mitad de lo que hay.
    Cada cual a su manera, pero tú también lo haces, y también me duele. También me juzgas.
    Puede que no lo hagas con mala intención, lo sé, y seguramente lo habrás hecho en un buen sentido, o no. Yo no vengo a decir que esté mal, juzgar es humano; hasta yo, lo hago.
    Estoy aquí para decirte que no me mires con los ojos entrecerrados, que susurres malas palabras, que no pienses cosas que me herirían; te pido que ni me mires, que pases de largo por mi vida como si fuera una piedra si tienes intención de hacerme daño; hazlo si quieres, pero a otra persona que no te haya suplicado lo contrario.
   No me intimides ni con tu mirada ni con tus palabras, porque puede que pasen de largo por mí, pero también puede que no.
    Sueño como nadie, y por ello, sufro como nadie. Repito que no quiero que lo entiendas, solo pido que me dejes ser libre, vivir mi vida como quiera, sentir a mi modo... Y que cuando lo haga no sentir tu mirada clavándose en mi espalda. 
    Por favor.
Fmdo: Cualquier persona que se parezca al menos un poco a mí.