Yo ya no soy yo. Mis auriculares acumulan polvo y mi reproductor ya no tiene música.
Yo ya no soy yo. Los cayos de mis dedos han desaparecido y vuelvo a tener las uñas largas.
Yo ya no soy yo. Ya no escribo, ya no canto, ya no leo. Mentira, sí que leo.
Pero yo ya no soy yo porque vuelvo a estar rodeada de apuntes que me llenan la cabeza de cosas que no me incumben , son lo único que veo, lo único que leo.
Yo ya no soy yo. Simplemente porque no siento la necesidad de sentir un ritmo en mi oído. Porque ya no escucho canciones queriendo nacer en mi cabeza.
Yo ya no soy yo porque me han quitado lo que me importa para ver si miro hacia donde quieren.
Yo ya no soy yo porque me importan los papeles y me preocupa qué haré. Porque ya no creo que lo que creo sea creíble.
Yo ya no soy yo porque me paso las horas centrada en otras cosas. Ya no son ni siquiera palabras.
Yo ya no soy yo porque ni siquiera la vida me inunda la cabeza, solo hay números que me atormentan.
Yo ya no soy yo porque me importa qué piensan. Porque empecé a pensar como ellos.
Me pregunto en qué momento me convertí en ese número.
Quiero volver a ser yo.
¿Dónde estoy?
¿Dónde estoy?
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